miércoles, 26 de octubre de 2011

Ensayico sobre investigación participativa y redes sociales

Acabo de rematar la faena: mi ensayico sobre la investigación participativa y las redes sociales. Mi tutor del doctorado, el Dr. Flores-Kastanis, nos pidió que analizáramos las investigaciones que tuvieran que ver con nuestro interés personal de estudio. En mi caso, los usos educativos de las redes sociales.

Pues bien. Encontré poca cosa. Y eso que me pateé EBSCOEducation, REDALYC y ProQuest Education.

Se entiende. Pues el asunto de las redes sociales es cosa reciente. En el 2003 Google compra Blogger y consagra, con ello, el fenómeno de los blogueros como el nuevo boom digital. La red se entiende como participación y no sólo como objeto de consumo, lo que llevó a Tim O'Reilly a ponerle nombre a la nueva forma de usar internet: la Web 2.0. El estoconazo lo dio un año después Mark Zuckenberg, cuando saca a Facebook de los muros universitarios y se lo entrega a las masas. En fin, que esto de las redes sociales, tal y como lo entendemos hoy, es cosa de hace un lustro. "Mu poquito", que dirían en mi pueblo. Y, claro, a la investigación educativa aún no le ha dado tiempo de que le caiga el veinte.

Sólo analicé dos artículos: el de Rowlet y otros (2004) y el de Benson, Samarawickrema y O'Donnell (2009). Ambos hacen uso de la investigación participativa como instrumento para incorporar innovaciones educativas y evaluarlas. Con ello, claro está, se renuncia a la agenda política emancipadora de la investigación participativa (¡Qué diría el bueno de Paulo Freire!), pues no se le concede la iniciativa de los cambios a la comunidad universitaria. Sí tienen voz y voto, pero sus cambios se siguen dictando desde fuera.

En mi ensayico intento darle la vuelta al calcetín. Y es que la investigación participativa y las redes sociales tienen mucho en común: su sentido de la participación, su estructura democrática, su espíritu colaborativo, su condición de proceso siempre abierto, en fin, su concepción colectiva del saber.

¿Qué pasaría si unieran sus fuerzas? Justo en ésas estoy, investigando ese asunto este semestre con un grupo que hemos armado de profes y estudiantes en la Universidad de las Américas-Puebla (UDLAP).

Referencias:

O'Reilly, T. (09/30/2005). What is Web 2.0. Design Patterns ans Business Model for the Next Generation.  [conferencia]

Benson, R., Samarawickrema, G. , O'Connell, M. (2009). PArticipatory evaluation: implications for improving electronic learning and teaching approaches. Assesment & Evaluation in Higher Education, 34 (6), 709-720.

Rowley, J., Ray, K., Proud, D., Banwell, L., Spink, S., Thomas, R., & Urquhart, C. (2004). Using action research to investigate the use of digital information resources in further education. Journal of Further & Higher Education, 28(3), 235-246. Número de acceso: 13802165

jueves, 13 de octubre de 2011

Las flash mobs

Las flabs mobs son uno de los fenómenos sociales más interesantes de nuestro tiempo. En español se las suele llamar "multitudes inteligentes" o "multitudes instantáneas". Es difícil traducirlo. Instantáneas porque son formarciones de personas que deciden hacer algo juntas sin una previa organización. Para ello usan las nuevas tecnologías, sus redes sociales (blogs, Facebook, twitter, sites) y a través de mensajes se van poniendo de acuerdo, sobre la marcha.

Los casos empiezan a ser incontables. A veces son eventos políticos, como la reacción de las gentes que en Madrid se citaron la víspera de las elecciones presidenciales para expresar su repudio a la política de Aznar por el manejo de la información sobre el atentado terrorista islámico. Y cambiaron el signo de la presidencia (Zapatero ganó el gobierno, por primera vez, en esa votación).

Otras son actuaciones artísticas, como los voluntarios que posan sin nada de ropa para el fotógrafo Spencer Tunick, que llenó el zócalo de unos 18000 desnudos. Otras, simplemente, gamberradas. Cristobal Cobo lo explica muy bien en "las multitudes inteligentes de la era digital".

¿Qué tiene esto que ver con la educación? Mucho. Porque refleja un instinto colaborativo, informal y tejido en la cultura digital que inevitablemente afectará a la forma de aprender de la sociedad. Especialmente la de las nuevas generaciones. ¿Qué estamos haciendo en la escuela para formar a los alumnos en esta habilidad y en esta forma de hacer las cosas? Prácticamente nada.

viernes, 7 de octubre de 2011

Presentación en Prezi

Subo aquí la presentación en PREZI que acompañó hoy el análisis del primer capítulo de Planeta Web 2.0, firmado por Hugo Pardo Kublinski.

Nosotros, la escuela digital

Me topé con un texto hermoso. Los capítulos preliminares de Nosotros, el medio, firmados por Dale Peskin y Dan Gillmor. Plantean que la información y las noticias están dejando de ser propiedad de los medios tradicionales (televisión, radio, prensa). Y empiezan a ser producidas y compartidas, también, por la audiencia. Osea, por nosotros. Los que participamos de la comunicación en la red. Los bloggeros, por ejemplo. Los twitteros. Los que formarmos parte de la inmensa comunidad de facebook. Todos nosotros, al fin, en mayor o menor parte.

Pues bien. Pienso en mí y en el grupo de maestras con las que hacemos una clase de posgrado en la Universidad Autónoma de Tlaxcala bajo el título de "alfabetización digital". Y en cómo estamos elaborando una red digital educativa. ¿Qué es eso? Una serie de blogs donde expresamos nuestra forma de ver la educación y el papel que la tecnología digital puede jugar en ella. Donde estamos invitados a contar también nuestras experiencias y a reflexionar sobre nuestras innovaciones educativas (las hemos llamado "investigacioncitas"). Osea, que usamos la red, el blog, para reflexionar y compartir conocimiento educativo. Y difundirlo. Porque, pensado desde la perspectiva de Nosotros, el medio, los profesores tal vez deberíamos evolucionar un poco hacia el periodismo, entendido como la profesión de la comunicación. Los medios digitales nos permiten ahora ser comunicadores del conocimiento. Y hacerlo fuera del aula, donde desde hace siglos estamos encasillados, para bien o para mal. Un espacio sacralizado, solemnizado, jerarquizado. Tal vez sea hora de combinar el aula con el espacio virtual (blended education). De ser profesores también a través de nuestra escritura en la web, de nuestra presencia digital. De poder expresarnos como escritores en espacios como el de este blog.

Esta imagen simboliza gráficamente para mí esa evolución.

jueves, 6 de octubre de 2011

La universidad del siglo XXI: educación en redes

La visión que presenta Freire en esta conferencia tal vez tenga el defecto de simplificar de forma maniquea la educación universitaria tradicional y de depositar expectativas muy altas en ese nuevo modelo de la educación en red.

Pero, qué carajo! Se vale simplificar de vez en cuando si en contra tienes la mirada incrédula de un profesorado y un hábitat académico que aún no se ha dado cuenta de lo mucho que va a cambiar la educación. Es más. Que aún no se ha dado cuenta de que la tecnología no sólo presta nuevos cachivaches para hacer más eficientes o "modernos" los procesos educativos. La tecnología no sólo presta una nueva sustancia técnica, sino que abre un nuevo modo de aprender.

domingo, 2 de octubre de 2011

Tyler versus Stendhouse: la técnica contra el arte

En el diseño curricular, como documenta Carr (1998), ha predominado una visión "técnica", que ve la educación como un insrtumento para alcabzar "objetivos" que no han nacido en su seno (y que normalmente están ligados a la presión del mercado, que ve en la escuela un taller de capacitación, de generación de competencias).
En clase les comenté la deuda que esa visión tenía, en el ámbito del diseño curricular, con Tyler y su modelo de planeación de un curso. Como se ve en la figura para Tyler el aprendizaje debía ser planeado como un medio cuyos fines eran trazados de antemano y monitoriados con instrumentos evaluación.



Carr defiende, en cambio, una visión de la educación que gira en torno al profesor como autoexaminador de sus propias prácticas de clase. Ese segundo modelo tiene como ilustre antecedente a Stenhouse (1998) en Inglaterra. La educación, viene a decir, no puede ser un medio de nada sino un proceso de mejora constante, y liderado por el profesor.
Aquí va una figura que da cuenta de ese carácter circular
 y autocrítico de ese currículum de proceso.


La pregunta salta a la vista. ¿Las prácticas de aprendizaje realizadas en la red favorecen uno u otro modelo?. Es discutible, pero me decanto por la congruencia de fondo entre el carácter "beta" (mejorable colaborativamente) de la web y la intención autoreguladora del modelo de procesos de Stenhouse.

Ésa sería, para mí, la "sustancia espiritual" de los nuevos alfabetismos encarnada a nivel del currículum.

Referencias:
Stenhouse, Lawrence (1998). Investigación y Desarrollo del Currículum. Morata, Madrid

sábado, 1 de octubre de 2011

Sustancia técnica y espiritual

La clase de hoy ha sido una paradoja. Ha funcionado, por momentos, un tipo de intimidad que no habíamos creado otras veces. La ausencia de tecnología nos obligó al acercamiento humano. Sólo faltó un pequeño fuego en medio (como el que reunía a las familias de Cardeñosa, el pueblo de mi madre). En cambio, tal vez la sesión de hoy fue la que tuvo una interacción más dialogante y colaborativa, más cercana al tipo de prácticas de aprendizaje que fomenta la red. Juntos autoanalizamos nuestras prácticas blogueras. Expresamos dudas, ambiciones y críticas. Nos autoevaluamos. Así que en términos de Lanskhear y Knobel (2008), hoy coincidió nuestra clase con menos 'sustancia técnica' y con más 'sustancia espiritual'.

Yo les compartí mi dilema personal acerca de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Por una parte, veo en ellas herramientas potencialmente muy poderosas para el aprendizaje escolar. Es decir, veo la posibilidad de integrarlas en prácticas escolares convencionales. Por otra, veo que hay colisiones de fondo entre esas prácticas escolares y el tipo de mentalidad ligada a los nuevos alfabetismos. Como agua y aceite.

Hablamos de Wikipedia como ejemplo de éxito de la inteligencia colectiva humana y el ánimo colaborativo de los nuevos alfabetismos. Y los fanfiction, como "literatura" digital de los internautas, que a mí me recordaba a la cultura oral de los cantares de Castilla (te extraño, abuelita!). O Wordreference, como un traductor al que le puedes hacer cualquier pregunta. Y alguien en la red te responde. El planeta entero como maestro personal a tu disposición.

En fin... un día lleno de siembras.