viernes, 21 de septiembre de 2012

Fernández Cárdenas: paradigmas cognitivistas vs socioculturales

La lectura de Fernández-Cárdenas tiene la virtud de situarnos las diferentes teorías relacionadas con la lectura y escritura en el tapete de la historia. Y es que desde el famoso libro de Kuhn, la estructura de las revoluciones científicas, hemos perdido la inocencia: la ciencia no avanza como progresivas afinaciones de una verdad en proceso permanente de descubrimiento, sino como lucha tribal entre diferentes comunidades científicas. En este caso, la lucha la encarnas dos concepciones de la lengua escrita: como modelo autónomo (paradigma cognitivista y cognitivista social) y como modelo ideológico. Véase el mapa mental siguiente que intenta plasmar los actores de esa guerra.



En el bando cognitivista tenemos los estudios de Flower y Hayes, Bereiter y Scardamalia y Olson, que ven la lectura y escritura como un proceso mental, que implica una serie de resoluciones de problemas ligados a la codificación y decodificación del lenguaje escrito. Como si fuéramos compus, vaya.

En el bando cognitivista-social juegan Vigotsky y Luria, Jack Goody y Walter Ong, que ponen de relieve el hecho de que la cultura escrita se adquiere en sociedad, en interacción con otros, pero que siguen pensando estos procesos como algo que sucede en el individuo y que lo dota de habilidades cognitivas superiores (pensamiento lógico-analítico, descontextualizado, chingón).

Contra esa concepción de revelan Scribner y Cole, Heath y los Scollon, para quienes los procesos de alfabetización adquieren un sentido diferente en cada comunidad y no pueden ser entendidos fuera de esos juegos de poder, de conservación y cambio, de identidades sociales que jugamos las personas en nuestros procesos de socialización. Osea, la lectura y la escritura son prácticas políticas, aunque la ideología que implican casi siempre permanezca oculta, como si fuera algo natural.

Apliquémosle el cuento también al propio Fernández-Cárdenas, un investigador emergente de las prácticas de comunicación multimedia que tienen lugar en el siglo XXI y que bebió esa perspectiva sociocultural directamente de la escuela británica, ya saben, de las semillas de Roz Ivanic y las cosechas de Mary Jane Curry y Theresa Lillis. Así que el bueno de Juan Manuel no puede evitar su simpatía por la perspectiva sociocultural situándola como la meta de llegada de una evolución de la teoría de la lengua escrita que va del individuo a la sociedad, de lo cognitivo a lo ideológico, del idealismo moderno a la perspicacia posmoderna.

Yo, ya lo saben también, me subo a este tren en marcha y de una vez por todas les confieso que no puedo evitar ver la intención ideológica de todas las prácticas sociales, la ciencia entre ellas. Así que lo siento, porque es común escuchar en las aulas esa cantinela de que "el leer los hará libres" o "la lectura es un medio poderoso de aprendizaje". Sí, claro. Faltaría más. Pero esa poderosa tecnología no ha sido diseñada ni implementada para tan nobles fines. No al menos en Occidente. No al menos en el Occidente que yo conozco.


Referencias:
Fernández Cárdenas, J. M. (2009). Lengua escrita: habilidades descontextualizadas vs prácticas contextualizadas. En: Aprendiendo a escribir juntos: Multimodalidad, conocimiento y discurso. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León: 50-64